Achhhhhhhhhhhúúúúúúúúúúúúúúúúúú

Por aquello de que decían que la influenza era cochipuerca, para después afirmar que siempre no, que los cerdos somos nosotros, y más al ratito acabar con un inapelable quién sabe qué pasó.

En estos momentos en los que te discriminan si toses o no aplicas el "estornudo de etiqueta", a Dulce se le ocurrió ampliar la protección a la decoración de mi lugar de trabajo. Es así como aparece un marranín de lo más pulcro.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares