Un as en la pata

Las vemos por todos lados, las apreicamos en ninguno. Nadie que pretenda exhibirse con un gusto refinado aceptaría poseerla en forma de un gran cuadro. Sin embargo, esta escena, en especial, me cautiva. Primero me provoca una sonrisa sincera, luego una crítica por lo absurdo... pero al final, siempre recurro a ella: qué expresiones, qué actitudes, qué vida de perros.
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